Leemos
tan sólo con los ojos y no con la imaginación; no nos tomamos la molestia de
volver a convertir la palabra impresa en la imagen viva. Y hacemos esto,
pudiera añadir, en propia defensa. Pues aunque leemos un número inmenso de
palabras, novecientas noventa, de cada mil, no son merecedoras de ser leídas más
que de manera superficial, con el ojo nada más. Nuestra lectura distraída de
sandeces nos acostumbra a leer incluso los libros buenos con descuido y falta
de atención.
Aldous Huxley
(Abril 10 de 1985)
No hay comentarios:
Publicar un comentario